Aunque te destierre
de mis ojos la luz,
con sólo pensarte, mujer…
igual te veré,
igual te veré.
Si en cenizas el sol
trocara su piel
y esfumara a la luna
oscuro pincel,
con sólo pensarte, mujer…
igual te veré,
igual te veré.
Vientre de guitarra que hizo una zamba nacer con embrujo de alado pañuelo y hechizo en la danza de amada mujer.
Aunque el cielo devore al lucero
y a todo el asombro del amanecer,
con sólo pensarte, mujer…
con la musa del baile en tu piel,
igual te veré,
igual te veré.
Si el horizonte se funde en ocaso
y su oscuro manto cubra el vergel,
quédate en la zamba
que con sólo pensarte, mujer…
igual te veré,
igual te veré.
Vientre de guitarra que hizo una zamba nacer con embrujo de alado pañuelo y hechizo en la danza de amada mujer.